Podés comprar su obra en Santería DelValle, Areguá.
También contactarla directamente al 0983 707 968
“Debemos incluir la alfarería en ‘el curriculum escolar’ para que no desaparezca la técnica popular”
Nicasia Delvalle (Areguá 1946). Allá por el año 1969 empezó a trabajar con su tío don Catalino Sánchez en el barrio Las Mercedes.
Tiempo después se independizó y desde ese momento comenzó la elaboración de las famosas “Gallinitas” además de centros de mesa para cumpleaños y casamientos hasta el 95.
Continuó su trabajo en cerámica especializándose finalmente en elaboración de imágenes de santos hasta hoy.
Su Santería Delvalle (y casa) también en el barrio Las Mercedes cuenta con 5 miembros de su familia que trabajan con ella a diario. Compartió su conocimiento con sus 8 hijos, algunos comenzaron el oficio desde los 10 y 11 años: sus hijas Zunilda y Marlene Delvalle pintan, su yerno Arnaldo Rivas moldea y sus hijos Máximo y Nicasia Delvalle venden lo producido. Traen su materia prima, caolín y barro negro de Tobatí, Pirayú e Itauguá. El yeso que utilizan para cubrir las imperfecciones y la pintura sintética lo consiguen en ferreterías y despensas del barrio.
Todos los años a finales de noviembre hasta el 23 de diciembre expone sus productos en la “Expo Feria de Pesebres de Areguá” en el Paseo Central de la ciudad. En el '87 llegaron hasta la Expo Brasilia en Brasil y en 1989 expusieron en CONEB en la calle Palma de Asunción.
Sus santos forman parte de nuestra muestra permanente en el #CCDLPy y durante todo el 2013 estuvieron expuestos en nuestro espacio PYPORE (Asunción). En el 2014 participó en la muestra “Noche de la Candelaria, Víspera de San Blas” (#CCDLPy) y en la II Bienal Internacional de Arte también en nuestro centro (2017).
Ña Nicasia nos cuenta que sus ingresos con la santería no son los deseados, falta un mercado más grande y apoyo de las autoridades:
“Precisamos de más apoyo por parte de las entidades financieras para el desarrollo económico de la fábrica y así expandir el mercado”. Para ella el cambio climático está perjudicando la producción, el exceso de lluvias y la temporada de invierno. “Además, hay una falta de valoración del trabajo y por consecuencia los clientes suelen rechazar pagar el precio justo”.
A pesar de todas las dificultades, Ña Nicasia tiene fe en su trabajo, porque si uno lo hace bien tiene un buen porvenir. Respecto a las nuevas generaciones Ña Nicasia piensa que no hay interés por conservar el oficio, según su perspectiva los jóvenes prefieren una carrera con un mejor ingreso económico y un título que sea reconocido, ya que el título de alfarero no es valorado.
Cree muy importante que las autoridades educativas apoyen la producción para que no desaparezca la cultura de la cerámica, con técnicas de alfarería dentro del curriculum escolar. Calcula que en su barrio hay unas 15 alfarerías y unas 200 familias vinculadas económicamente a ellas. Cree que unas 15.000 familias en Areguá viven de esto.
- “Mi deseo es que tengamos un mercado, una exposición libre sin impedimentos… que contemos con el apoyo constante de las autoridades.”
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