“Faltan más talleres y cursos sobre administración y capacitación para los artesanos”
Hipólita Barrientos nació el 13 de agosto de 1958 en Areguá. Vive en el barrio Las Mercedes. Es miembro del CEPROCA. La alfarería es una tradición en su familia, empezó a practicarla desde los 12 años con sus padres. Su taller de artesanía y almacén de venta Alfarería “La Esquina” está también situado en su mismo barrio, donde trabaja con seis personas, tres de ellas miembros de su familia: Julia Barrientos es administradora, Ever e Ignacio Chávez son molderos, Genaro Torres tornero, Margarita Chávez y ella son las pintoras.
La materia prima que utilizan es el barro negro (ñai’û), el barro blanco y el
caolín que traen de Tobatí o de una cantera en Patiño; la leña y pinturas
enlatadas. La terminación de las piezas la hacen con pinturas de variados
colores compradas en negocios locales.
Expuso sus figuras de #artepopular en
nuestro #CCDLPy durante
la “2da. Bienal Internacional de Arte – Los alfareros de Areguá” (2017) y en la
obra “Bandera popular” (2019) instalación ideada por Ysanne Gayet para los
festejos patrios en El Cabildo de Asunción. Sus piezas están expuestas
permanentemente en nuestras vitrinas.
Nos cuenta también que enseñó el proceso de elaboración de los trabajos en la
alfarería a las personas que visitan el taller, turistas y alumnos de escuelas,
a menudo durante las vacaciones de invierno.
Se lamenta sobre la situación: “En estos momentos no hay un buen ingreso por
motivos de la cuarentena sanitaria. Antes de eso sí me sentía satisfecha con
las ventas”. Cree la situación mejorará “si se promocionan los productos y el
trabajo realizado”.
Las mayores dificultades que se presentan en la alfarería son el tiempo que
conlleva elaborar los trabajos, la falta de presupuesto para infraestructura y
“cómo promocionar para la venta”. Actualmente con la situación de la pandemia
el gran problema es la falta de venta, los dos primeros meses no trabajaron ni
vendieron, en el tercer mes están trabajando un poco pero no alcanza para pagar
las deudas.
El Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) es el instituto que mejor apoya a su
alfarería, llevando a exponer los productos en ferias o, en algunos casos, en
exposiciones artesanales.
Según Hipólita la industria de la alfarería tiene futuro, “ya que es la
principal fuente de ingresos para la ciudad y los pobladores. La gran mayoría
se dedica a dicho oficio”. Hipólita cree que los jóvenes deberían continuar con
la práctica de la alfarería. Siente que es un trabajo muy admirado por la
gente, “si se apoya y promociona creo que sí tendrá futuro”. Agrega: “Faltan
más talleres y cursos sobre administración y capacitación para los artesanos”.
Finalmente concluye: “a través de esta investigación se pueda promocionar la
alfarería y sirva para mejorar la venta y su producción”. También espera que se
apoye a los productores y que se fomente más la producción en el futuro.
Comercializa sus productos en su casa-taller-almacén y en otras ciudades del
país. Suele tener un lugar de venta en Caacupé para la fiesta Mariana del 8 de
diciembre.
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