Sabino Centeno - Areguá






















“Esto nunca se va a acabar; llegarán momentos más culturales: se acabarán muchas cosas, pero ¡la arcilla y el hombre, nunca!”

Nacido el 27 de octubre de 1952, Sabino Centeno pertenece a la tercera generación de una familia de ceramistas, por lo que desde muy joven se involucró en el arte de la cerámica, nos cuenta: “Me inicié con mi padre Noilo Centeno Sosa, a los 15 años”. Realizó cursos de cerámica en el Instituto Condorhuasi, Buenos Aires; Santiago de Chile; Santa Cruz de Bolivia y San Paulo en el Brasil. También dictó cursos y talleres sobre la técnica del torno en los Estados Unidos y en Italia. Hasta el año pasado enseñaba en el Instituto Superior de Bellas Artes de Asunción. Sus materias primas son el caolín, la arcilla sedimentada y el chamote que consigue en Itauguá y en Chaco-í. Para la terminación de sus productos usa pigmentos, esmalte y pintura en frío que consigue de Buenos Aires, Rosario (Argentina) Asunción y Areguá.

Enseñó en CONARAS de Asunción (1978); en Bellas Artes y a particulares en su taller. Los alumnos más destacados son Adán Goiburú, Luli Vidal, Kyle Roberts y Nila Rotela. Hoy día, Sabino trabaja solo en su taller del barrio Celeste donde hace de todo. Antes de independizarse, trabajó con su papá, don Noilo; en Cerámica Von Schmeling en el barrio San Miguel de Areguá y en la Alfarería Guida de Capiatá. Participó en muchas exposiciones: “¡Tantas, que no me acuerdo más!”: En el #CCDLPy en la Inauguración (2010); en la 2da. Bienal Internacional de Arte - Los alfareros de Areguá (2017) y en “La cerámica: dos miradas” (2019). Sus piezas forman parte de la colección permanente de nuestro #CCDLPy

Según Sabino el #CentroCulturaldelLago ayuda “cada muerte de obispo, ojalá se mueva más asiduamente. Ayuda con difundir lo que uno hace y por lo menos es más visible”. Sobre el futuro de la alfarería en los jóvenes, lo ve difícil, “porque no leen, no hay interés; no quieren trabajar y menos investigar los procesos de arqueología en que el antiguo alfarero dejó informaciones sobre su época”. A pesar de todo cree que “esto nunca se va a acabar; llegaran momentos más culturales: se acabarán muchas cosas, pero “¡la arcilla y el hombre nunca!”

Sobre los ingresos Sabino no está satisfecho, para él el trabajo de investigación -que hace y que es caro- “¡no compensa para nada!”. Una solución sería la venta en el exterior…“¡Aquí no hay Cultura al Creativo!”. Las mayores dificultades para Sabino son el poco interés en capacitaciones, en nuevos diseños, en almacenes de consumo, en ventas al exterior y el poco o nulo apoyo del municipio que no invierte en cultura.

Sabino considera que en su barrio hay cerca de 30 talleres, mientras que en todo Areguá funcionan unos 300 talleres, y fácilmente unas 2500 personas que viven de la cerámica.

Para comunicarte con Sabino y adquirir sus piezas podes hacerlo al 0971 245 878




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