Don Nicasio Cabrera nació el 14 de
diciembre de 1941 en Areguá. Es alfarero y se inició con sus padres: “Aprendí este
trabajo desde chico, con mis padres alfareros y la capacitación que tuve hace
años fue en la alfarería Páez Monges en el barrio San Roque de Areguá”.
Don Nicasio trabaja en su casa-taller “Alfarería La Rueda”, situada dentro de un amplio predio en el barrio Las Mercedes donde también viven y trabajan sus 4 hijos, nietos y sobrinos. Arnaldo Ramón y Matías Cabrera son los molderos; Hugo Cabrera el colador, Miguel Servín el quemador; y Julia, Vilma y Mirta Cabrera son pintoras.
Su materia prima y materiales de trabajo son: el caolín (barro negro) y barro blanco, que proviene de Isla Valle (Areguá), Tobatí e Itá; la leña para la quema, la compra por carga de los leñeros. Una pileta, agua, un horno y la mano de obra son todos fundamentales para el oficio. Para la terminación de sus productos se utiliza la pintura sintética que consiguen en las ferreterías de Areguá. Sus productos los venden en su domicilio.
Participa en la Expo Pesebre en el Paseo Central de la ciudad. Los productos de su alfarería se exponen el CCDL y estuvieron presentes en la inauguración del mismo (las Blanca Nieves de Miguel Ángel Servín). En la época de los pesebres, don Nicasio y sus familiares también fabrican pequeños establos de madera con techos de pasto seco (kapi-í) para la venta y para colocar los pesebres de cerámica fabricadas en su alfarería y en las de Areguá.
Don Nicasio le enseñó a toda su familia el oficio “que en el transcurso del tiempo fueron creciendo y empezaron a interesarse por el negocio familiar”. Los más destacados son Arnaldo (moldero) y Mirta Cabrera (pintora).
Con relación a los ingresos don Nicasio dice: “Con la situación de la pandemia no tenemos un ingreso fijo, hay poca venta, apenas para la subsistencia familiar”. Para mejorar la situación, cree que se necesita una buena publicidad “para que la gente pueda conocer más nuestros productos”.
Las dificultades del oficio varían; se presentan por temporadas. “A veces faltan los recursos económicos; el dinero; otras veces falta la materia prima”.
Don Nicasio cuenta que no hay ninguna institución que lo apoye.
Sobre el futuro de la alfarería, cree que los jóvenes sí van a continuar trabajando en el rubro porque es una tradición familiar que se hace todos los días; las nuevas generaciones aprenden en el cotidiano a fabricar las artesanías. Recalca que el futuro de la alfarería de Areguá depende del interés y deseo de seguir con la tradición familiar.
Calcula que en su barrio hay unas 20 alfarerías (o más) y que la mayoría de las familias en Las Mercedes y en Areguá están vinculadas al negocio de la alfarería.
Domicilio: “Alfarería La rueda”, Humaita c/ Fray Luis de Bolaños, barrio Las Mercedes, Areguá.
Don Nicasio trabaja en su casa-taller “Alfarería La Rueda”, situada dentro de un amplio predio en el barrio Las Mercedes donde también viven y trabajan sus 4 hijos, nietos y sobrinos. Arnaldo Ramón y Matías Cabrera son los molderos; Hugo Cabrera el colador, Miguel Servín el quemador; y Julia, Vilma y Mirta Cabrera son pintoras.
Su materia prima y materiales de trabajo son: el caolín (barro negro) y barro blanco, que proviene de Isla Valle (Areguá), Tobatí e Itá; la leña para la quema, la compra por carga de los leñeros. Una pileta, agua, un horno y la mano de obra son todos fundamentales para el oficio. Para la terminación de sus productos se utiliza la pintura sintética que consiguen en las ferreterías de Areguá. Sus productos los venden en su domicilio.
Participa en la Expo Pesebre en el Paseo Central de la ciudad. Los productos de su alfarería se exponen el CCDL y estuvieron presentes en la inauguración del mismo (las Blanca Nieves de Miguel Ángel Servín). En la época de los pesebres, don Nicasio y sus familiares también fabrican pequeños establos de madera con techos de pasto seco (kapi-í) para la venta y para colocar los pesebres de cerámica fabricadas en su alfarería y en las de Areguá.
Don Nicasio le enseñó a toda su familia el oficio “que en el transcurso del tiempo fueron creciendo y empezaron a interesarse por el negocio familiar”. Los más destacados son Arnaldo (moldero) y Mirta Cabrera (pintora).
Con relación a los ingresos don Nicasio dice: “Con la situación de la pandemia no tenemos un ingreso fijo, hay poca venta, apenas para la subsistencia familiar”. Para mejorar la situación, cree que se necesita una buena publicidad “para que la gente pueda conocer más nuestros productos”.
Las dificultades del oficio varían; se presentan por temporadas. “A veces faltan los recursos económicos; el dinero; otras veces falta la materia prima”.
Don Nicasio cuenta que no hay ninguna institución que lo apoye.
Sobre el futuro de la alfarería, cree que los jóvenes sí van a continuar trabajando en el rubro porque es una tradición familiar que se hace todos los días; las nuevas generaciones aprenden en el cotidiano a fabricar las artesanías. Recalca que el futuro de la alfarería de Areguá depende del interés y deseo de seguir con la tradición familiar.
Calcula que en su barrio hay unas 20 alfarerías (o más) y que la mayoría de las familias en Las Mercedes y en Areguá están vinculadas al negocio de la alfarería.
Domicilio: “Alfarería La rueda”, Humaita c/ Fray Luis de Bolaños, barrio Las Mercedes, Areguá.
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