Sebastián Schinini - Areguá














“Como nuestras cocciones son con horno eléctrico, la falta de inversión en el sistema del tendido eléctrico pone en riesgo la producción, sobre todo en verano”

Sebastián Schinini nació el 21 de octubre de 1972 en Argentina. Es Licenciado en Administración Agraria. Vive en Areguá desde el año 2009. En el 2011 se adentró en el mundo de la cerámica y años después, creo su propia alfarería “Mango Rojo”.
Tomó cursos con ceramistas de Areguá, del Perú y de la Argentina.
En su alfarería trabajan otros alfareros: Gilberto Cristaldo, Rufino Godoy y Diego Velázquez, como torneros.
Las materias primas que utiliza son el barro negro y caolín que trae de Tobatí y Pirayú. El óxido de hierro, talco industrial, óxidos de manganeso, chamote, feldespato, cuarzo, bases alcalinas, esmaltes, engobes, bentomite, esmaltes, varios alcalinos y otros materiales consigue en casas importadoras de materias primas en Asunción.
Para la terminación de sus productos usa distintas técnicas como engobes y esmaltes que elabora en su alfarería y también compra de casas de importación de la capital.
Sebastián vende sus productos en su alfarería “Mango Rojo” y por Internet.
Participó en la exposición “El ingrediente ritual” con Selene Rodríguez Alcalá en el CCDL, en el 2016; también en Ferias Gastronómicas y en Exposiciones de construcción en Asunción. Es digno de mencionar que la producción de Sebastián se introdujo en el mercado gastronómico de Asunción y ciudades vecinas. Restaurantes del nivel de Tierra Colorada Gastro o la tienda Nueva Americana son espacios ganados por su línea de cerámica esmaltada utilitaria.
Ha enseñado a niños, en la escuela alternativa Kunumí Areté y en la Escuela gastronómica O’hara. En total unas 50 personas.
Sobre la situación económica, Sebastián nos dice “Estoy satisfecho, podemos cubrir nuestras necesidades económicas con el trabajo realizado”. Para mejorar el nivel económico, él cree que hay que “mejorar la calidad de las materias primas”, este punto es importante para Sebastián, piensa que se necesitan “personas que puedan mejorar la calidad de las arcillas”.
La mayor dificultad que enfrenta en su alfarería está relacionada con el uso de los hornos, Sebastián nos explica “como nuestras cocciones son con hornos eléctricos, la falta de inversión en el sistema del tendido eléctrico pone en riesgo la producción, sobre todo en verano”.
Las instituciones que más lo han apoyado son el Centro Cultural del Lago y el Instituto Paraguayo de Artesanía, “difundiendo nuestros trabajos y exonerando parte de los impuestos”.
En relación al futuro y sí los jóvenes van a darle continuidad, Sebastián comenta “si el oficio del ceramista es compatible con la calidad de vida, entonces van a querer seguir”. Según él, los jóvenes pueden elegir ser “abogados, ¡para ser políticos!” Para cerrar el tema, Sebastián cree que sí hay futuro en la alfarería por que todo el tiempo surgen necesidades nuevas de producción.
Contactos:
celular: 0991 765 410  
e-mail: sschinini@gmail.com
facebook: mango rojo

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