ASQUE EURÍDES GÓMEZ - Filadelfia, Chaco


Eurides comparte el sueño de su madre y de su padrastro Jorge, de tener una nueva casa. Dentro de esta casa le gustaría tener un espacio para poder dibujar con tranquilidad, sin que nadie le moleste. Explica: «Me gusta dibujar de mañana; de tarde no puedo, porque hay mucho viento fuerte, se ensucia el papel con el polvo. Con el sol veo bien, hago bien. Cuando no me duele la cabeza, termino pronto los dibujos, hago tres por semana. A veces hago grabados, cuando tengo ánimo, pero tengo que hacer despacio, para no cortarme con la herramienta. Me gusta trabajar con grabados». 
Eurides trabaja sobre una mesa plegable adentro de su casita, cerca de la puerta para tener luz de día. A veces, cuando hay tiempo lindo -sin viento y sin nubes- también, trabaja bajo la sombra de un árbol cercano a su casa.
Asque Eurides Gómez es Nivaclé. Nació el 12 de octubre de 1977 en Filadelfia, Chaco. Cuando Eurides tenía 7 años, se mudó con su abuelo, quien le crió, a Cayin ó Clim. Cursó la escuela hasta el sexto grado. Actualmente vive con su mamá, su padrastro Jorge, sus dos hermanas y sus sobrinos en Cayin ó Clim.
Eurides relata: «Yo solía mirar a mi padrastro Jorge cuando dibujaba y también le ayudaba a rellenar las figuras con bolígrafo. Así empecé a dibujar también. Suerte que escuché las historias de mi abuelo y de mi mamá, de la vida de mis antepasados. 

Mi mamá me motiva, a veces ella me ayuda a decidir qué debo dibujar, me ayuda a recordar las historias que contaba mi abuelo. Seguí y me gusta dibujar. Yo muestro mis dibujos a mi familia, a mis sobrinos y les enseño para que no dejen de vivir como vivimos los Nivaclé, les enseño a través de mis dibujos. Quiero que la gente sepa cómo vivimos hoy, cómo viven los 'nuevos' -los jóvenes-, cómo estamos ahora y cómo vivíamos antes, para recordar el tiempo de mi abuelo. Más me gusta dibujar el baile, la siembra y la pesca. Primero pienso cómo vivimos, cómo buscamos chanchos o iguanas o miel en el monte. Tengo que pensar cómo voy a dibujar y así pienso en las historias de mi mamá y de mi abuelo. También recuerdo el trabajo que yo hacía antes, trabajo pesado como carpir en las plantaciones de algodón y de maní, como jardinero, ayudante de albañil y en lechería».
La venta de sus dibujos le permite a Eurides compartir algo de comida con su familia. Su deseo: «Quiero que la gente me recuerde -muchos me agradecen por mi trabajo- así como yo agradezco a los que compran mis dibujos».

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